“Blue Zones”, los paraísos de longevidad

Probablemente no tenías ni idea, pero hay cinco regiones en el mundo donde la gente vive más que en cualquier otro lugar del planeta. Estas áreas privilegiadas fueron descubiertas a comienzos de la década del 2000 por investigadores provenientes de diversas disciplinas y países: Dan Buettner, estadounidense, explorador de National Geographic; el demógrafo belga Michael Poulain; y Gianni Pes, médico italiano, entre otros.

En estos lugares –a los que se empezó a conocer como Blue Zones, es decir, “zonas azules”– hay mucha más proporción de gente que llega a los 100 años que en el resto del mundo. Si tenías expectativas de ver en la lista algún paraje de la Argentina, no te hagas ilusiones, no figuramos en este exclusivo ranking.

El listado, en estricto orden alfabético, es el siguiente:

• Provincia de Nuoro, Cerdeña (Italia)
• Isla de Icaria, Grecia
• Loma Linda, California (EE. UU.)
• Península de Nicoya, Costa Rica
• Isla de Okinawa, Japón

Esta información podría tener un valor anecdótico, ya que siempre van a existir lugares en los que, estadísticamente, la gente viva más tiempo que en otras áreas del planeta. Sin embargo, muchos investigadores se pusieron a buscar patrones comunes que pudieran explicar que estos lugares en particular se destaquen por encima del resto. Quizás, de esa manera, el resto de los mortales podríamos tomar ejemplo y adoptar algunas de las características que hacen que estas poblaciones sean tan longevas.

Paraísos naturales

Para empezar, ¿en qué consiste una “zona azul”? La definición más acotada la describe como un área geográfica más bien limitada y homogénea donde la población comparte el mismo estilo de vida y entorno y su longevidad ha demostrado ser excepcionalmente alta.

Desde el punto estrictamente geográfico, se comprueba que se trata de zonas rurales, aisladas, de clima templado y cercanas al mar. Estos datos ya parecen dejar fuera de carrera a más de la mitad de la humanidad, ya que hoy el 56,2 % de la población mundial reside en ciudades y, según estimaciones de la ONU, ese porcentaje ascenderá a 68 % para 2050. En ese sentido, nuestro país está especialmente alejado. Argentina es uno de los países más urbanos del mundo, con un desmesurado 92 % que vive en ciudades, un número muy superior a la media de Europa (75 %)  o de Estados Unidos (83 %), por poner dos ejemplos.

Estilos de vida

Quizás nuestro primer impulso sea atribuir esa extraordinaria longevidad a la genética, pero estaríamos equivocados. Diversos estudios indican que los genes explican apenas entre el 20 % y el 30 % de cuánto vive una persona. El resto está determinado por factores medioambientales y el estilo de vida. De modo que, si examinamos los denominadores comunes de las zonas azules, podríamos adoptar su secreto para una buena larga vida. Porque, además, una de las características que hallaron los investigadores, es que no solo esta gente vive más, sino que vive mejor, manteniéndose activos hasta edades muy avanzadas. Las zonas azules conjugan estas dos grandes metas de la vida (vivir más y vivir mejor), que en nuestra vida diaria muchas veces parecen presentarse como excluyentes.

Tres claves para una larga vida

Aquí presentamos tres claves que comparten estas cinco zonas azules, las que podemos aprovechar para tener una expectativa de una larga vida.

1. Actividad física

Las poblaciones de las zonas azules no van al gimnasio, ni practican rutinas de ejercicios. La actividad física está incluida en su estilo de vida, diariamente. Las obligaciones cotidianas los llevan a realizar la cuota de ejercicio saludable, sin tener que dedicar una parte específica del día a ello.

2. Alimentación

En las cinco regiones se observa una predominancia de vegetales y una proporción limitada de carnes rojas. La dieta abunda en legumbres, granos, frutos secos y verduras. Algunas comunidades consumen pescado azul y vino en forma moderada. Por tradición o razones religiosas, muchas practican periódicamente algún tipo de ayuno intermitente.

3. Lazos sociales

A la hora de vivir más y mejor, no se trata solamente del plato de comida, sino también de la mesa en la que se comparten los alimentos. En las zonas azules el sentido de comunidad es muy fuerte. El círculo social y la familia ocupan un lugar central, ya sea participando juntos de festividades, frecuentando amigos y vecinos o manteniendo los lazos familiares. En este último punto destacan los vínculos intergeneracionales, entre abuelos y nietos, por ejemplo.

Más factores de longevidad

Otros elementos centrales a la hora de llevar una vida plena por más tiempo incluyen:

Razón de vivir. Tener un plan de vida, una razón para levantarse cada mañana.

Espiritualidad. En ese sentido, la gran mayoría de los miembros de estas comunidades llevan adelante una vida espiritualmente rica, en especial a partir de sus creencias religiosas. Loma Linda, por ejemplo, es una comunidad protestante de adventistas del séptimo día.

Descanso. Dormir lo suficiente, ni mucho, ni demasiado poco (esto incluye una reparadora siesta).

Sin estrés. Tomarse la vida de manera ligera, sin hacerse tanto drama por los sucesos que nos acontecen. Algo que destacan los investigadores de las zonas azules es su sentido del humor. Las bromas y las risas siempre están presentes.

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