“¿Qué cuántos años tengo?”, del falso Saramago

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El valor de la vida no se mide con los años. Eso es lo que nos enseñan varios textos que circulan por Internet, atribuidos a grandes escritores. Es curioso que esos escritos no son en realidad de figuras como Jorge Luis Borges o Gabriel García Márquez, como ya hemos visto en notas anteriores, pero eso no les quita en nada su mérito literario. Sus valiosas reflexiones nos llenan de esperanza, sin importar quién es su autor realmente. En esta oportunidad acercamos un texto que se atribuye al Nobel portugués José Saramago, intitulado “¿Qué cuántos años tengo?”. En realidad, se trata de una carta enviada al periódico La Nueva España por don José Antonio Coppen Fernández, publicada el 26 de febrero de 2016 (recordemos que Saramago falleció en 2010).

¿Qué cuántos años tengo?

¡Qué importa eso! ¡Tengo la edad que quiero y siento!

La edad en que puedo gritar sin miedo lo que pienso.

Hacer lo que deseo, sin miedo al fracaso o lo desconocido.

Pues tengo la experiencia de los años vividos y la fuerza de la convicción de mis deseos.

¡Qué importa cuántos años tengo! ¡No quiero pensar en ello!

Pues unos dicen que ya soy viejo, y otros “que estoy en el apogeo”.

Pero no es la edad que tengo, ni lo que la gente dice, sino lo que mi corazón siente y mi cerebro dicte.

Tengo los años necesarios para gritar lo que pienso, para hacer lo que quiero, para reconocer yerros viejos, rectificar caminos y atesorar éxitos.

Ahora no tienen por qué decir: ¡Estás muy joven, no lo lograrás! ¡Estás muy viejo, ya no podrás!

Tengo la edad en que las cosas se miran con más calma, pero con el interés de seguir creciendo.

Tengo los años en que los sueños se empiezan a acariciar con los dedos, las ilusiones se convierten en esperanza. 

Tengo los años en que el amor, a veces es una loca llamarada, ansiosa de consumirse en el fuego de una pasión deseada.

Y otras… es un remanso de paz, como el atardecer en la playa.

¿Qué cuántos años tengo?  No necesito marcarlos con un número, pues mis anhelos alcanzados, mis triunfos obtenidos, las lágrimas que por el camino derramé al ver mis ilusiones truncadas…

¡Valen mucho más que eso! ¡Qué importa si cumplo cincuenta, sesenta o más!

Pues lo que importa: ¡es la edad que siento!

Tengo los años que necesito para vivir libre y sin miedos.

Para seguir sin temor por el sendero, pues llevo conmigo la experiencia adquirida y la fuerza de mis anhelos

¿Qué cuántos años tengo? ¡Eso!… ¿A quién le importa?

Tengo los años necesarios para perder ya el miedo ¡y hacer lo que quiero y siento!

Qué importa cuántos años tengo o cuántos espero, si con los años que tengo, ¡aprendí a querer lo necesario y a tomar sólo lo bueno!

Como dice el autor, “tengo los años que necesito para vivir libre y sin miedos”. Por eso, porque tenemos una edad en que somos libres, y ocuparse de nuestros últimos días no tiene por qué darnos miedo, en A Mi Manera queremos invitarte a conocer nuestro seguro de sepelio, con planes personalizados que tenemos para ofrecerte.

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2 comentarios en ““¿Qué cuántos años tengo?”, del falso Saramago”

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