5 tips para hablar en un Velorio con respeto

La pérdida de un ser querido es uno de los momentos dolorosos que debemos transitar en la vida. Es posible que en una de esas ocasiones nos toque decir algunas palabras en público. Puede ser en el velorio, en el propio entierro o en una misa o memorial para recordar al fallecido.

Hablar en público de por sí es una tarea complicada para la mayoría de las personas, y esto se hace más difícil en una ocasión tan emotiva, donde nos puede ganar la pena. Para evitar que las palabras se nos atraganten y la mente nos quede en blanco, vale la pena seguir algunos consejos y ejercicios para atravesar ese momento de la mejor manera posible, haciendo del discurso obligado lo que debe ser: un homenaje a la partida de la persona amada, que ha influido positivamente en nuestras vidas.

Estamos acostumbrados a ver películas en donde a un personaje le toca decir un discurso importante. Empieza titubeando, tratando de leer un pedazo de papel y, luego de un comienzo fallido, desecha el escrito e improvisa un discurso épico, esperanzador y tremendamente motivacional. 

Esto es ficción pura. En un momento emocionalmente tan difícil, las palabras no aparecen fácilmente, y es fácil que, además de los nervios, la tristeza nos traicione y nos deje sin saber qué decir.

Aquí te dejamos unos tips y ejercicios básicos para que no te entre pánico escénico y puedas hablar sin contratiempos.

Tips para hablar en un Velorio

1-Pausas.

En una situación tan delicada, los silencios son tan importantes como las palabras. Además de que las pausas son adecuadas para un momento solemne como la ocasión de un velorio, sirven para ayudar a estabilizarse emocionalmente.

Por último, permiten tomarse el tiempo de respirar.

2-Tomar aire. 

A la hora de hablar en público es fundamental contar con un buen flujo de aire.  Esto se aplica aún más cuando estamos en medio de un remolino de sensaciones. Se debe inhalar llevando el aire al abdomen, lo cual relaja los músculos (los famosos “nervios”) y ayuda a que la voz salga más clara y sin que tiemble. 

3-Agua.

Es posible que al hablar se nos quiebre la voz o sintamos un nudo en la garganta. Una buena manera de “desatarlo” es tener cerca un vaso de agua (sin gas) para aclarar la garganta.

4-Relajación.

Antes de hablar, conviene realizar algunos sencillos ejercicios previos de respiración y relajación muscular.

• En cuanto a la respiración, realizar inspiraciones lentas y profundas por la nariz, llevando el aire al abdomen. Retener brevemente el aire y espirar por la boca, también lentamente. Realizar variaciones, inspirando por boca y espirando por nariz, espirando con fuerza por la boca o de forma entrecortada…
• En cuanto a los músculos, mover lentamente el cuello en ademán de “sí” y “no”; llevar alternativamente las orejas a los hombros; elevar alternativamente los hombros a la cabeza; rotar los hombros hacia delante y hacia atrás.

5-Sencillez. 

En cuanto al estilo, es mejor utilizar palabras simples, sencillas. No se trata de un discurso político ni un acto escolar, así que lo más conveniente es evitar frases enrevesadas. Es la mejor forma de que lo que digamos cumpla su función de homenaje, evocando al ser querido.

A todos nos gustaría que nos recuerden con el mayor afecto y que hablen bien de nosotros cuando no estemos.

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